Las empresas, como toda organización, sufren problemas internos derivados de la propia interacción entre quienes la forman. Las personas se ven muy influenciadas en su bienestar y desempeño por el contexto en el que pasan, de media, 40 horas a la semana. Aunque este tipo de conflictos son inevitables, la forma en la que la compañía los evite, detecte y los gestione es la clave para conseguir un clima laboral que refuerce la imagen corporativa y no afecte a la productividad. En el post de esta semana repasaremos los problemas internos más comunes y cómo manejarlos con acierto.Seguir leyendo